Ha pasado un largo tiempo desde la última vez que rodó el balón en nuestro fútbol, y el tiempo es justamente ese ente inmaterial que lo esclarece casi todo; ante la imposibilidad de establecer una fecha de vuelta a la actividad y con ella diseñar un calendario que permita acomodar las piezas para rescatar el Clausura 2020, el tiempo ha decidido en nombre de la Federación y los Clubes.
A falta de que se haga oficial este secreto a voces que prácticamente raya en la obviedad, el pasado 15 de marzo se jugó el último partido del Clausura 2020 en un duelo a puerta cerrada en la cancha del Estadio Azteca, la pelota rodó por última vez en nuestro ‘templo’ y el resultado no fue favorable al haber caído 1-0 contra Cruz Azul.
En contraste con el caso de Francia, en el que al decretar la Ligue 1 como finalizada, se entregó el título de campeón al PSG de Neymar, Mbappé y compañía, hemos de ser cuidadosos en comprender que el sistema de competencia de dicha liga y el de la Liga MX son plenamente abismales, como lo son también las diferencias de ventaja en cuanto a puntos se refiere entre el PSG (75 ptos.) y su más cercano contendiente, el Olympique de Marseille (41 pts.) mientras que entre el Cruz Azul (24 pts.) y León (23 ptos.) solamente existe un punto de diferencia; por ello creo que la salomónica decisión de que el Clausura 2020 no tenga un Campeón es la más acertada.
La Liga MX, junto con la Secretaría de Salud, la FEMEXFUT y los Clubes, habrán llevado a cabo un análisis exhaustivo de las probabilidades de retomar el torneo, pero ante la imposibilidad de cuadrar los plazos dado que el semáforo de alerta sanitaria en puntos como la CDMX imposibilitará la práctica deportiva en grupo, así que habrán acordado anteponer la salud de todos los involucrados a la fortísima pérdida económica que representa la cancelación definitiva del torneo.
Muchos futbolistas apelan a la prudencia y han pedido que el torneo se cancele definitivamente para evitar riesgos de contagio, como es el caso de Guillermo Ochoa quien días atrás se pronunció al respecto diciendo que no le parecía justo que los futbolistas pusieran en riesgo su salud y la de sus familias sólo por volver a jugar a costa de lo que sea.
Desde un prisma personal, y a falta de un comunicado oficial, el suspender la Liga es la decisión más acertada que se podría haber tomado, aunque por acertada que sea no deja de ser dura para aquellos que deseamos ver el balón rodar.
¿Qué opinan ustedes, Linaje? ¿Cancelar definitivamente el torneo ha sido lo mejor para todos?
Paco Andújar.