Les confieso que me vi tentado a reventar a Ambriz. Ya sea por su aparente falta de orden táctico, carencia de ideas o hasta por la recurrente indisciplina de los jugadores.
Estuve a punto de grabar un video cuestionando la actitud del equipo, especialmente la de Renato Ibarra (si ya sabe como es el arbitraje, ¿para qué salta así?).
Que si por los refuerzos, que si las ganas, el carácter, el talento, el 5-3-2 o el 4-4-2… En fin, la calentura de la derrota siempre nos hace ver el lado oscuro de las cosas.
Pero me aguanté. Me contuve las ganas de reventar porque ya calmado me acordé de la historia que se está escribiendo en este centenario, que ojalá sea escrita con el equipo levantando los trofeos que estamos peleando.
Pero antes de eso, quiero que en la historia se describa al #LinajeÁguila como la afición que apoyó en las buenas, en las malas y en las peores. Quiero que esta comunidad que estamos construyendo se vea llena de americanistas que dejaron todo en la tribuna de los estadios y de las redes sociales.
Que nuestra actitud sea proporcional a la grandeza de nuestro equipo.
Y que dentro de 100 años, la entonces nueva generación del Linaje Águila nos recuerde como los que cambiamos la forma de ver el futbol y de apoyar al América, siempre con buena onda y positivos.
Porque este linaje va para la historia.
¡Y esto apenas comienza!